Caso de uso para una cadena de supermercados

En el preciso momento en que nuestros clientes cruzan la entrada de la tienda, es casi imposible predecir cuál será su próximo movimiento. Por ello, resulta esencial parar un momento a pensar y examinar el flujo de tráfico antes de nada. Con esta información en nuestras manos, deberíamos de ser capaces de localizar los puntos muertos o los rincones intransitables.

Dado que lo más importante es mover productos, la distribución de la tienda debe facilitar ese propósito conduciendo a los clientes a través del local, exponiéndolos a los productos, a la vez que lleva importantes estímulos que fomentan los comportamientos de compra. La forma en que los compradores experimentan en la tienda es una parte importante de su marca que debe estar tan meticulosamente elaborada como cualquier otro aspecto.